Angy Zúñiga

No se quedarán en simples promesas

Estudiante de licenciatura en Etnoeducación de la Universidad del Magdalena. Orgullosamente costeña, puesto que las costas del Magdalena abrazan mi turno ser. Nacida en la perla de américa, Santa Marta, mi trayecto se ha enfocado en la escritura de poemas que reflejen ese fragmento del ser afrodescendiente. Por consiguiente, mis escritos comparten una parte de mis vivencias, de mi realidad y de una mujer que siente.

Tu sonrisa es como una clara evidencia de que de verdad me amas, que me confiaste tu corazón para yo añorarlo toda mi vida, vida. . . Vida que deseo conservar de aquí hasta la eternidad. Y es que con el paso del tiempo te convertiste en mi primer y único amor, porque la última lluvia en mi corazón cesó cuando a tu lado me encontraba yo; logro recordar que cuando confesé mi amor tu nunca respondiste "No".

Si supieras que "te soñé", te soñé aquella noche en la yo más sola me sentía, en la que mi soledad abrumaba mis ganas de atrapar tu compañía; pero tenía la certeza de que allí estabas, susurrando me de que todo saldría bien y así fue. . . Todo porque te soñé. Cuando caminé junto a mi sombra, divagamos sobre cuál era nuestro mayor anhelo, pero me di cuenta de que en ese lugar no eras 2 sino 4; y es que allí estabas tú; sostuviste fuertemente mi mano convirtiéndonos solamente en 2, permitiendo que mis dudas se redujeran para que al final pasaras de ser un desconocido a alguien tan cercano.

Lograste que tú amor sirviera como mi intermediario en la búsqueda de mi propia felicidad, tu compañía se vuelve mi mejor amiga la cual me ayuda a recordar el verdadero valor de nuevamente ser amada. A pesar de mi gran temor al mar del amor, por ti navegaría una y otra vez para aterrizar en ti. Te convertiste en el astronauta que viaja en cada luna llena todo para bajarme un montón de estrellas. Firmaste un contrato con Saturno para que nuestro anillo guardará, con la condición de que a nadie más regalará; por consiguiente, aprovechaste para charlar con Plutón rogándole un favor desde lo más profundo de tu corazón: le regalaste todos nuestros errores para que luego se marcharán a lo lejos. . . Y es así como yo, desde la tierra sintiera poco a poco como todas mis heridas a causas de dichos errores sanaban. Una historia que por más que lo intentaste ocultar, el universo decidió contarme lo todo, cada detalle y sobre todo "por qué decirte amarme".

La última lluvia en mi corazón