Yésica Milena Rodríguez Caicedo

Soy Yésica Rodríguez, oriunda del municipio de Guapi Cauca, un pueblo ubicado al sur del Pacífico colombiano que, dentro de su cosmovisión y cosmogonía, nos brinda elementos para relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea, así pues, nací y crecí en este pueblo habitado mayoritariamente por personas negras que me han sostenido durante todas mis etapas del desarrollo. En este relato quiero hablar específicamente de las mujeres que me rodearon en este territorio, las cuales me enseñaron el valor de la vida, el cuidado y el compartir en comunidad. De las mujeres negras de mi familia aprendí la importancia de la tradición oral, cuya enseñanza ha sido vital en mi proceso de autoreconocimiento como una mujer negra desde mis diferentes intersecciones. Cabe indicar que estos saberes que me trasmitió mi familia constituyeron un factor esencial en mi niñez, mi adolescencia y lo que ahora es mi adultez. La poesía fue el medio a través del cual entendí mis características fenotípicas, la importancia de la lucha por los derechos de las personas negras y también, me permitió comprender los elementos culturales y mi identidad a través de narrativas de protesta constante donde no solo narraba la realidad de mi territorio, sino también, a la que históricamente nos hemos enfrentado los africanos y afrodescendientes. Lo anterior indica que siempre supe que era una mujer negra y desde niña aprendí a asumirme y entender desde esa lógica, lo que no sabía era lo que implicaba serlo en una sociedad que constantemente nos invita a despojarnos de nuestra humanidad. Este fue un descubrimiento que me tomo más tiempo cuando migre a la ciudad de Cali a estudiar mi carrera de Psicología. Al principio viví un desarraigo de estos saberes, ya que me estaba adaptando a un nuevo contexto y estaba comprendiendo diferentes formas no solo en como yo debería relacionarme con el mundo exterior, sino también, como este mundo se relacionaba conmigo. El racismo hizo parte de entender estas nuevas dinámicas donde algunos aspectos fueron criticados, entre ellos mi acento, mi cabello, entre otros. Me mantuve al margen de la poesía por algunos años, sin embargo, estando en los últimos semestres, decidí retomar este saber comprendiendo que esta guarda una relación generacional que viene desde mi abuela, lo cual ha implicado una relación no solo artística sino también espiritual en la conexión tan importante que tiene este saber para mi familia. Hoy ya no convivo con todas las mujeres de mi familia físicamente, pero la poesía sigue siendo un puente de conexión y a través de esta me sigo sosteniendo en los caminos que habito.

Psicóloga egresada de la Universidad Javeriana de Cali, poetisa y narradora oral del Pacífico colombiano. Actualmente cursa una maestría en Gestión Cultural y Producción Audiovisual en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Es creadora del proyecto comunitario Poesía al Viento, cofundadora del colectivo Mujeres Negras Escritoras y del laboratorio Crisálida, además de ser miembro de la Red de Talentos de la Universidad Javeriana Cali.

Ha sido ganadora de diversos estímulos del Ministerio de las Culturas y la Secretaría de Cultura de Cali, así como de concursos de oralidad, poesía y cuento. Participó en la antología Urdimbres. Mujeres del Pacífico Narran su Territorio y ha estado presente en conversatorios académicos y presentaciones artísticas a nivel nacional.

Cuenta con una amplia experiencia como tallerista, abordando temas de identidad, territorio, salud mental, género, conflicto y paz.